La Comisión de Constitución y
Códigos de Diputados convocó al ministro de Educación y Cultura, Ricardo
Ehrlich, para iniciar la discusión de la propuesta
del gobierno de crear el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Como ha
sido informado el Gobierno incluyó en la Rendición de Cuentas última un
agregado donde presenta su propuesta de un nuevo Ministerio. De esta forma
Uruguay se introduce en un debate que
muchos ciudadanos pueden ver como alejado de su cotidianeidad, pero que hacen a
la calidad democrática y de las libertades de cada uno de nosotros.
ANTECEDENTES. A mediados de
diciembre del año pasado el Parlamento aprobó modificaciones a la Redición de
Cuentas, y la más polémica de éstas es la creación del mencionado Ministerio,
lo que contó con la votación de la bancada oficialista y del Partido
Independiente. Blancos y Colorados, se opusieron. En aquella oportunidad el
diputado Carlos Gamou (Frente Amplio, CAP-L) dijo que para concretar la
creación del Ministerio de Justicia debe lograrse “un gran acuerdo nacional de
todas las bancadas” y que el objetivo es que los jueces juzguen y no elaboren
presupuestos, pero que no se quitará autonomía financiera.
Inmediatamente el presidente de la Suprema Corte de Justicia
(SCJ), Dr. Jorge Chediak, convocó a una conferencia de prensa en la que señaló su discrepancia con la iniciativa.
“No nos oponemos a la redistribución de competencias, con el nombre que se
quiera, dentro del Poder Ejecutivo, porque eso es potestad exclusiva del Poder
Ejecutivo y los legisladores", pero "si lo que se quiere es, de
alguna manera, administrar recursos que gobierna y administra el Poder
Judicial, allí hay varios puntos a analizar", expresó.
Respondiendo a quienes defienden
el proyecto abundando sobre la mala administración de los recursos que haría el
Poder Judicial, Chediak dijo que el de la Justicia es uno de los organismos
mejor administrados, no porque lo digamos nosotros, sino de acuerdo a los
indicadores de gestión". El Poder
Judicial "ejecuta cerca del 99% de sus créditos presupuestales; es el
segundo en cumplimiento con la Ley de Acceso a la Información Pública de todo
el Estado; y recibe los menores índices de observaciones de los organismos de
contralor, como la Contaduría General de la Nación y del Tribunal de Cuentas".
"Y es lógico que lo hagamos, porque estamos acostumbrados a administrar
recursos escasos, entonces lo hacemos con cariño, con profesionalidad y lo
hacemos muy bien", enfatizó Chediak.
Destacó que en los últimos diez
años el Poder Judicial se caracterizó por la "modernización" y
"profesionalización" de la gestión, además de "importantes"
inversiones edilicias, con la adquisición y reciclaje de inmuebles, en
Montevideo y el interior.
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| Poder Judicial. Un debate al que no podemos ser ajenos. (Dibujo: blog Bibliotágora) |
Posteriormente la Suprema Corte emitió
un comunicado en el cual expresa que la creación
de un Ministerio de Justicia "no podrá invadir o cercenar las atribuciones
que la Constitución vigente asigna al Poder Judicial, y para el caso de
insistirse en recorrer ese camino, deberá procederse a la reforma de la
Constitución de la República".
COMO EN LA DICTADURA. En Uruguay
no es nueva la idea de un ministerio como el que nos ocupa hoy. En 1977 la dictadura militar creó el
Ministerio de Justicia, el que fue eliminado en 1985 cuando ser recuperó la
democracia. El Frente Amplio siempre criticó aquella creación, ahora que
está en el poder la reflota.
Afortunadamente colorados y
blancos se han manifestado en contra y la SCJ ha sido muy clara al respecto. La independencia judicial es uno de los
pilares básicos de nuestro sistema, y esa independencia hace a la calidad de
nuestra democracia y por tanto de nuestras libertades. Un Ministerio de
Justicia vinculante al Poder Ejecutivo será contraproducente, y más lo será si
esa vinculación se transforma en dependencia. No olvidemos que los gobiernos totalitarios temen a la independencia
judicial y por eso la limitan de alguna forma (presupuestal o funcionalmente).
Habiendo tantas cosas de las
cuales ocuparse, habiendo tantas ramas del Estado que funcionan mal (educación,
salud, seguridad, vivienda, etc.) no se entiende qué motiva esta reforma de lo
que nuestra historia tiene pésimos ejemplos y el recuerdo más inmediato es de
la dictadura militar última.
Líber del Fuerte.
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