OTRA PRUEBA DEL DESORDEN DEL GOBIERNO

Luego de un largo período en que el país estuvo ocupado en tratar de entender si el video de algunos militares existía o era un invento salido de alguna parte misteriosa del Gobierno, al cual nadia había tenido acceso salvo nuestro presidente que por su advertencia de "como te digo una cosa te digo la otra" es muy poco confiable, nos ocupamos de los vaivenes de la Ley de Caducidad que el propio Gobierno puso sobre la mesa y la convirtió en titulares de todos los días y en su último gran dolor de cabeza. En este mismo blog hemos dicho que nuestro presidente tiene miedo de gobernar y que va dejando al país avanzar por su propia inercia.


El viernes 27 el presidente de la Répública, señor José Mujica, se quejó en Cañada de los Burros en el Dpto. de Cerro Largo, que "a todo le ponemos el palo en la rueda" porque ""nos parecen que todos los cambios son un terremoto, el fin del mundo", manifestó. Su queja pretendía responder a las críticas que ha recibido el planteo que él mismo ha hecho en el sentido de aumentar el gravamen a los propietario de tierras que sumen más de 2.000 hectáreas, y de acuerdo a la Federación Rural afectará a pocos productore ya que es una gran cantidad de hectáreas. También se ha explicado que la idea del proyecto es gravar extensiones y no la producción.

En cuanto al uso de lo recaudado que se estima ascenderá a 60 millones de dólares al año, el Gobierno planea reparar la caminería rural y comprar tierras para el Instituto de Colonización, pero aún no se ha definido su destino aunque ya se han levantado voces que expresan que la suma mencionada no alcanza para repara la caminería por lo que será necesario idear algún complemento para recaudar más.

Lo preocupante es que la idea del presidente Mujica no solo nace de la nada, como sacada de la manga, lo que confirma la permanente improvisación del  también en materia tan sensible para el país como la tribuataria, sino que fue totalmente inconsulta y sus ministros, los afectados directamente (Tabaré Aguirre de Ganadería, Fernando Lorenzo de Economía y Enrique Pintado de Transporte)  se enteraron por la prensa, y si bien los titulares de Economía y Transporte apoyarían la idea presidencial Aguerre hizo pública su desconformidad y hasta planteó una posible renuncia.

Cuando aún no se han callado las repercusiones sobre la gestión del gobierno ante la Ley de una nueva tormenta política comienza a manifestarse. Tal vez pueda ser detenida a tiempo  evitando renuncias o críticas más profundas desde el propio oficialismo, pero lo que ya ha quedado más que claro es que el Gobierno no ha aprendido de sus errores más recientes y bueno sería que Mujica refleccionara sobre las críticas ligeras e infundadas que hace a la oposición: los palos en la rueda del Gobierno se los pone él mismo por su desorganización e improvisación clara y manifiesta.

Liber del Fuerte

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