MONTEVIDEO: CIUDAD VIOLENTA E INSEGURA. EL MINISTERIO DEL INTERIOR ANALIZA.

El matutino La República informa hoy que en la tarde noche de ayer un policía y dos delincuentes se enfrentaron a tiros en Paso Molino con el resultado de un atracador herido, lo que no impidió que escapara junto a su compañero, utilizando para ello una moto de alta cilindrada. Horas antes una joyería ubicada en el interior del Punta Carretas Shopping fue rapiñada  con el resultado de un guardia de seguridad herido de bala, los delincuentes huyeron en un auto estacionado en el exterior. Días antes el barrio Unión se vio conmovido por el enfrentamiento armado de un comerciante con dos delincuentes menores.  Los casos mencionados sólo son tres de la extensa crónica policial que día a día ocupa las páginas de los diarios y los minutos en los informativos de las radios y la TV mientras el gobierno y los operadores políticos de la izquierda acusan a los periodistas de cargar las tintas generando con ello una sensación de inseguridad mayor a la realidad.

Merece especial atención la rapiña y posterior tiroteo dentro del Punta Carretas Shopping, pues hasta la semana pasada los Shopping, esos grandes locales comerciales, eran considerados por la ciudadanía como seguros no solo por la vigilancia interior y exterior, también por las cámaras que graban y registran todos los rincones y porque la huida y salida a la calle se suponía era dificultosa. Pero los delincuentes han demostrado que su osadía no tiene límites y la población ve asombrada como aquellos lugares que creía seguros ya no lo son. Años atrás los asaltos a bancos eran perpetrados por bandas que al menos demostraban cierto nivel de profesionalismo, hoy los mismos que arrebatan la cartera a una anciana ingresan a locales interiores de los Shopping o a los bancos para vaciar sus cajas y no dudan en asesinar si lo creen necesario. Montevideo se ha convertido en una ciudad insegura, caminar por sus calles es peligroso.

Desde el Ministerio del Interior se realizan análisis sorprendentes por su simpleza. No se roba por hambre sino por consumismo dice el ministro Eduardo Bonomi un día, y poco después agrega que el abigeato es un delito organizado. Estamos de acuerdo y creemos que es necesario que el Ministerio del Interior analice la tendencia delictiva para poder acompañar sus transformaciones y combatirla, el problema está en que el ministro Bonomi se queda en el análisis y no se anima a dar el paso decisivo que es nada más y nada menos que cumplir con el cometido para el cual fue designado: frenar y combatir la delincuencia, asegurar, proteger y resguardar a la población, a los ciudadanos de bien, que trabajan, pagan sus impuestos y son el motor de crecimiento de la sociedad y el país. Si Uruguay avanza en algún sentido no es gracias a la delincuencia sino a los ciudadanos que son menoscabado por ella, y si así no fuera, de igual forma es cometido del Ministerio del Interior y de la Policía el brindar seguridad a la población, y está claro que esa es una gran cuenta pendiente.

Eduardo Bonomi analiza pero la delincuencia crece en
violencia y osadía. (Foto de El Mundo.es)

Afortunadamente los uruguayos aún no nos acostumbramos a la violencia física y armada. Cada vez que un hecho de violencia ocurre el periodismo informa y todos nos sentimos indignados o conmovidos, la exitosa recolección de firmas que se lleva adelante para, entre otras cosas, bajar la edad de imputabilidad de los menores, es prueba clara de que la opinión pública reclama que se haga algo y que se actúe con efectividad. Desde la población se siente que Uruguay no tiene política de seguridad, que cada vez somos más vulnerables y que a cualquiera se le puede ocurrir robarnos con total impunidad porque no existe respuesta alguna de parte de aquellos que están obligados a dárnosla.

Desde el Ministerio del Interior se responde con los llamados mega operativos (razias) que han demostrado ser fuegos artificiales para la prensa más que verdaderos operativos de combate a la delincuencia.

Líber del Fuerte.

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